Hasta luego
En tu boca pude ver los besos que le diste a otras personas. En mi mente... en mi mente se clavó la envidia por no ser la autora. Y en tus labios leí las mentiras y los silencios que no querían hablar de ello. Y dolía. Dolía demasiado saberlo, pero más dolían los mordiscos en la lengua para no preguntarlo. ¿Dónde habrás estado en todo este tiempo?
Yo aquí, esperando este hasta luego. Tratando de convencerme de que lo he olvidado, aunque sepa a la perfección que no es cierto. Me miento, me cubro de palabras que aseguran que ya no quedan restos de ti en éste, mi cuerpo. Pero es invierno. Y siempre hay días de viento. De esos que se llevan lo que no está fijado al suelo. De esos que desnudan al verbo y dejan al descubierto a los sentimientos, los únicos capaces de resistir a huracanes, a razones, a lógicas... se hicieron demasiado fuertes a base de instantes, de noches, de amanceres y de momentos.
Yo aquí, esperando este hasta luego. Tratando de convencerme de que lo he olvidado, aunque sepa a la perfección que no es cierto. Me miento, me cubro de palabras que aseguran que ya no quedan restos de ti en éste, mi cuerpo. Pero es invierno. Y siempre hay días de viento. De esos que se llevan lo que no está fijado al suelo. De esos que desnudan al verbo y dejan al descubierto a los sentimientos, los únicos capaces de resistir a huracanes, a razones, a lógicas... se hicieron demasiado fuertes a base de instantes, de noches, de amanceres y de momentos.